Para muchos, la Navidad es tradicionalmente un símbolo del final del periodo anterior y una oportunidad para empezar la vida de cero. La gente cree que una especie de ritual de limpieza puede atraer energía fresca y cambios positivos. Y la forma más sencilla de hacer esta limpieza es deshacerse de las cosas viejas e innecesarias, lo que se ha convertido en una tradición navideña en distintos países del mundo.
Una de las costumbres más famosas y antiguas de deshacerse de trastos viejos existe en Italia, donde la noche de Navidad se acostumbra a tirar por las ventanas de las casas muebles viejos, electrodomésticos y otros objetos. Y aunque en los últimos años esta acción ha adoptado una forma menos excéntrica, los italianos intentan liberar sus hogares en Nochebuena.
En otros países europeos, esta tradición adopta la forma de ventas a domicilio previas a las fiestas, cuando la gente pone delante de sus casas las cosas de las que quiere deshacerse y cualquiera puede comprarlas. Aunque este tipo de comercio también ha cambiado, trasladándose a las plataformas digitales, todavía se pueden encontrar mercadillos espontáneos de este tipo en muchas ciudades.
Los países latinoamericanos no se han librado de este tipo de tradiciones, que entraron en el Nuevo Mundo junto con la religión cristiana y se fusionaron con las costumbres y rituales locales. Por ejemplo, en Panamá se ha extendido la costumbre de quemar un espantapájaros, que simboliza los problemas y sinsabores del año pasado. Cada familia confecciona una figura de paja o papel a la que se viste con ropas viejas y se le coloca una fotografía en lugar de la cara. Este símbolo del año viejo se quema en Nochevieja. Los habitantes del país creen que así se deshacen de toda la negatividad acumulada. Existen tradiciones similares en Ecuador, Colombia y otros países de la región.
Por supuesto, muchos bolivianos también intentan llevar a cabo rituales de limpieza similares en Nochebuena. Aquí la tradición cristiana se entrelaza con el culto a la Pacha Mama, que consiste en ofrecer sacrificios simbólicos. De este modo, los pueblos indígenas pedían a la Madre Tierra una buena cosecha y un ganado fértil.
En el año en curso, que para los habitantes del país se recuerda por la aguda crisis política y la lucha por el poder entre los candidatos presidenciales, esta tradición dio un giro inesperado. Los bolivianos han empezado a quemar efigies de políticos a los que no quieren ver en el nuevo año. En las redes sociales comenzaron a aparecer videos con la quema de efigies de Evo Morales y sus retratos. Esto se debe al hecho de que los ciudadanos culpan al ex presidente de la organización de bloqueos, que trajeron mucho sufrimiento a los bolivianos de a pie y empeoraron significativamente la ya difícil situación del país. El desenfrenado deseo de poder de Evo, por el que está dispuesto a todo, irrita especialmente a muchos.
Sin duda, los bolivianos esperan que la situación del país cambie a mejor en el próximo año. La gente está cansada de la escasez de productos de primera necesidad, el aumento de los precios y la inestabilidad financiera y política, y por ello espera cambios positivos.